La misión de FMO es apoyar a los emprendedores y facilitar el desarrollo sostenible en aquellas regiones del mundo donde dicho apoyo es más necesario. En ocasiones se trata de proyectos complejos en circunstancias complejas, como lo fue nuestra financiación del Proyecto hidroeléctrico Agua Zarca. En 2014, FMO concedió un préstamo a la empresa hondureña DESA para la construcción de una central hidroeléctrica. Dicha decisión fue tomada junto con nuestros coinversionistas, luego de un amplio y cuidadoso proceso regido por el seguimiento de las políticas y procedimientos de FMO vigentes en ese momento. Parte de ese proceso tuvo también en cuenta el apoyo de la población local, ya que el proyecto contaba con un amplio apoyo de la misma.
El proyecto consistía en un pequeño sistema de tipo fluyente diseñado para generar energía hidroeléctrica en la zona de Río Blanco en Honduras. Esperábamos que este proyecto contribuyera positivamente a aumentar la calidad de vida de Honduras, ya que la planta proporcionaría electricidad altamente necesaria en el país y crearía puestos de trabajo en un país donde más de la mitad de la población vive en la pobreza. Desde el principio fuimos conscientes de que se trataba de un proyecto complejo con una gran variedad de actores.
Tristemente, el 2 de marzo de 2016 la activista de derechos humanos y presidenta del COPINH (organización que se oponía a la construcción de la hidroeléctrica) Berta Cáceres fue asesinada. Este asesinato nos conmovió profundamente y nuestros corazones y pensamientos siguen con su familia y amigos, que llevan más de cinco años sin ella. A principios de este mes, el Presidente de DESA fue condenado por su implicación en el asesinato de Berta Cáceres. Dicha sentencia nos ha impactado enormemente. Anteriormente proporcionamos esta respuesta al respecto.
Hasta nuestra salida de esta inversión en julio de 2017, FMO siempre procuró tomar decisiones basados en la información disponible en ese momento. Tras la muerte de Berta Cáceres, encargamos una investigación independiente sobre nuestra actuación y las circunstancias particulares en Honduras. En septiembre de 2016 se publicaron los resultados de dicha investigación.
Desde aquel momento, muchas cosas han cambiado dentro de FMO como resultado del ajuste de nuestras políticas internas, cambios en la legislación y mayor supervisión. Los criterios de selección de los proyectos que financiamos se han vuelto cada vez más estrictos, centrándose aún más en el entendimiento de los intereses locales, su complejidad, los derechos humanos y el conocimiento del cliente.
Sin embargo, una cuestión que nos tenemos que plantear y de forma aún más acuciante es hasta qué punto FMO debería actuar en estados frágiles cuya legislación y reglamentación son a veces inadecuadas y en los cuales la ley se aplica de forma limitada en ocasiones. Si bien, estos son los estados en los que podemos marcar la diferencia y por tanto donde se espera que FMO tenga una actuación más activa, las inversiones en dichos estados son las que conllevan los mayores riesgos.
Como parte de la revisión de nuestra estrategia hasta 2030, la cual tendrá lugar durante los próximos meses, este dilema será uno de los puntos de discusión. La misma, se llevará a cabo en consulta con los actores interesados tanto en los Países Bajos, como a nivel internacional.